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Ofrecen campesinos en la CDMX una Navidad sustentable

7 Diciembre 2016

Ofrecen campesinos en la CDMX una Navidad sustentable

Autor: 
Cintya Contreras

La navidad no es si no hay un árbol decorado con luces y esferas. En medio del debate de usar un pino artificial o uno natural, los productores rurales en la Ciudad de México buscan que la gente opte por éstos últimos, conociendo el trabajo que hay detrás de su siembra y la experiencia de educación ambiental que resulta al ir en familia a cortar el suyo.

En la zona alta de la Ciudad de México, en la delegación Milpa Alta, cada año son producidos árboles de navidad de tamaño, forma y cuerpo impresionante y superior al que podría encontrar en el supermercado con los individuos importados de Estados Unidos y Canadá.

En el pueblo de San Salvador Cuauhtenco la cooperativa más importante en el ramo es la de Tomás Jiménez, quien desde la época de los 80 soñó con hacer de sus tierras un cultivo de árboles de navidad, y tras capacitarse y aplicar técnicas de buen manejo forestal, hoy es el líder del proyecto y junto con su esposa, hijos, nueras y nietos, hizo su sueño realidad.

Al año siembra entre 1500 y 2000 árboles y una cantidad similar entra en etapa de maduración en esta temporada, por lo que lo pone a la venta junto con la experiencia de “visitar, elegir, cortar y llevarse a casa su propio árbol”.

"La gente se va bien contenta, vienen a cortar su árbol, los niños ayudan a amarrarlo, se quedan a comer aquí barbacoa o quesadillas, les damos oportunidad de hasta poner casa de campaña y pasar el rato”, comentó.

La Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades (Sederec) estima una producción anual de 200 mil árboles para comercializar en la temporada navideña, en la serranía de las delegaciones Tlalpan, Magdalena Contreras y Milpa Alta.

Hasta el momento están registrados 69 productores que cuentan con los permisos oficiales para la actividad. Las principales especies cultivadas son abies religiosa y Oyamel, conocidos comúnmente como Pino o Vikingo.

Como resultado de las capacitaciones por parte de Sederec, Conafor, Semarnat y organizaciones rurales y ambientalistas, los productores han mejorado sus prácticas lo que se ha traducido en sobrevivencia del 99 por ciento de las plantaciones, índice bajo o casi nulo de plagas y resultados duraderos.

CORTAR O TALAR

En las dos últimas décadas, el uso de árboles naturales bajó, y muchos lo sustituyeron por artificiales, que más tarde descubrirían que resultan peor al medio ambiente porque el plástico no se degrada, se deteriora el producto con el paso de los años y termina en la basura sin potencial reciclable.

Por ello, productores de árboles y autoridades promueven este tipo de productos y explican la diferencia entre talar y cortar, ya que al talarlo se dañan a los de mayor edad y tamaño buscando aprovechar la madera, pero los sembrados específicamente para este fin son cortados de manera correcta, lo que permite que el a más tardar el tocón se seque en dos años y a ambos costados donde estaba, se vuelven a sembrar plantas nuevas.

“Quitamos un árbol pero sembramos dos que en un promedio de siete años ya están listos para cortarse y así sucesivamente”, señaló el hijo de Tomás Jiménez, quién trabaja en la cooperativa.

Además de la venta de árboles, mediante la experiencia de elegir y cortar el que más les guste, los productores tienen en mente ofrecer la renta de árboles de navidad en maceta, la instalación de cabañas para que la visita a cortarlo no sea sólo de un día, entre otras.

Pensamos tener el árbol en maceta, que lo escojan, se lo llevan y después lo regresan. El compromiso es que lo regresen vivo con un riego por semana. Nos han estado llamando para eso”, comentó Laura López, miembro de la cooperativa.

Permisos Cortar un árbol en el bosque, llevarlo a casa para adornar la Navidad no es tan sencillo e incluso puede considerarse como un delito ambiental. Sólo debe hacerse en plantaciones autorizadas por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, y el comprador debe recibir un “Documento único de remisión y reembarque forestal para acreditar la legal procedencia de materias primas, productos y subproductos forestales durante su transporte, almacenamiento y transformación”.

En dicha remisión se indican los datos del propietario del paraje donde se plantaron, el tipo de árbol que se compra, los datos del comprador o destinatario, así como el transporte empleado para trasladarlo para que en caso de ser detenidos por una patrulla, se acredite la legal procedencia del individuo.

La Sederec cada año invita a la población a adquirir sus árboles con productores de las zonas que cuentan con permiso oficial, ya que así se mantienen las áreas boscosas que proveen oxígeno a la ciudad, permite que se generen nichos ecológicos para flora y fauna endémica y contribuyen a la captura de bióxido de carbono y además garantiza la reforestación y mantenimiento de suelos de conservación.

Las personas que estén interesadas en obtener más información de dónde adquirir su árbol pueden consultar las rutas circuito turístico, Picacho-Ajusco, Pueblos de Tlalpan y Navideña Milpa Alta, así como las direcciones de los productores de árboles de navidad de la CDMX, ambas en la página de internet: www.sederec.df.gob.mx y en las cuentas de Facebook y Twitter @sederec y @sedereccdmx.