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Balance legislativo con lentes de género

26 Agosto 2021

Balance legislativo con lentes de género

Autor: 
Fabiola Loya

Es necesario continuar con la incorporación del principio de paridad en todos los espacios, para que las mujeres no sólo estén en el poder, sino también con poder. Nuestra participación en la toma pública de decisiones, a nivel global, ha demostrado la incidencia favorable al bienestar de las personas y la sociedad en su conjunto.

 La inminente conclusión de la LXIV Legislatura de la Paridad de Género abre el momento ideal para hacer un balance de los avances y pendientes que deberán ser abordados en los siguientes tres años.

Por primera vez en la historia de México, en 2018 el Congreso de la Unión se integró prácticamente de manera paritaria, lo que significó la oportunidad histórica de colocar en el centro de la agenda legislativa los derechos humanos de nosotras las mujeres.

Con el principal respaldo de 241 Diputadas Federales y 63 Senadoras, sentamos bases sólidas para consolidar la participación política de las mexicanas en espacios de representación en la vida pública nacional y local, como la reforma de Paridad en Todo y la modificación de más de 80 ordenamientos secundarios para incorporar dicho principio, además de la reforma en materia de violencia política en razón de género.

Para la prevención, sanción y erradicación de la violencia de género concretamos la Ley Olimpia en materia de violencia digital y mediática. Para garantizar los derechos de las mujeres durante el embarazo y después del parto se reconoció legalmente la Violencia Obstétrica, además de la prohibición del matrimonio infantil.

La protección de derechos humanos fue otro eje con varios avances. Legislamos para combatir todos los tipos de discriminación. Destacan el reconocimiento del derecho de las mujeres para amamantar en público y tipificar como delito el odio racial tal como lo exigen tratados internacionales en la materia.

Dimos pasos importantes para saldar deudas históricas con comunidades y sectores vulnerables, como el reconocimiento oficial de los pueblos y comunidades afromexicanas; impulsamos el reconocimiento de los derechos laborales de las personas trabajadoras del hogar; mejoramos en materia de acceso a la educación, se protegieron los derechos de la niñez y adultos mayores, y se emprendieron acciones para la plena inclusión de las personas con discapacidad.

Un tema fundamental dentro de la vida legislativa es la discusión del Presupuesto de Egresos de la Federación. Es importante saber que una de las facultades exclusivas de la Cámara de Diputadas y Diputados es el estudio, discusión, y en su caso, modificación y aprobación del Proyecto enviado por el Ejecutivo Federal.

Estoy convencida que el presupuesto, la herramienta más importante de política pública para la atención y bienestar de las personas, no obstante, ha sido un gran reto la búsqueda de una distribución orientada a garantizar la educación superior, la salud universal, un medio ambiente sano, el impulso a la ciencia y tecnología, la protección de los derechos humanos de las mujeres; al desarrollo nacional por medio de infraestructura regional, fondos de emergencia para entidades federativas y municipios, uso de las energías limpias y mejoras a la seguridad pública local; así como el uso racional, eficaz y transparentes de los recursos públicos.

También lo ha sido defender el papel protagónico que desempeña la Cámara de Diputadas y Diputados dentro del ciclo presupuestario, sin embargo, durante la LXIV Legislatura hemos advertido la exclusión de la Cámara baja de dicho proceso, no sólo en la etapa de análisis, rechazando observaciones y propuestas de las fuerzas políticas de oposición, sino además en el ejercicio del gasto. Esta situación ha sido señalada por organismos como México Evalúa, y por ello he buscado contribuir con propuestas para que el Poder Legislativo mande sobre el Presupuesto.

En materia de derechos humanos de las mujeres, muchos temas han quedado en el tintero, ya se sea por falta de tiempo para concluir su trámite y otros -hay que decirlo- por falta de voluntad política, por lo que será necesario que la siguiente legislatura redoble esfuerzos y no quite el dedo del renglón para seguir avanzando en la materia.

Frente a la imperiosa necesidad de garantizar los derechos humanos de las mexicanas es necesario que el dictamen de la denominada Ley Fátima, avalada en Comisión de Igualdad de Género y que establece la capacitación obligatoria en igualdad de género para todas las personas servidoras públicas, desde el Presidente de la República hasta las y los funcionarios de primer contacto, sea retomada lo antes posible por el Pleno de la Cámara de Diputadas y Diputados.

Ante la crisis económica, que ha tenido un mayor impacto en las mexicanas, es necesario la aprobación del Sistema Nacional de Cuidados, hoy pendiente en el Senado, a fin de que los tres niveles de gobierno impulsen políticas públicas que garanticen el derecho al cuidado en todas las etapas de vida, sin que esta labor recaiga en las mujeres y limite nuestro desarrollo.

Queda pendiente aprobar la gratuidad de los productos de gestión menstrual en el Senado, y la eliminación del IVA de los mismos; la eliminación de la brecha salarial de género y garantizar los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.

Es necesario continuar con la incorporación del principio de paridad en todos los espacios, para que las mujeres no sólo estén en el poder, sino también con poder. Nuestra participación en la toma pública de decisiones, a nivel global, ha demostrado la incidencia favorable al bienestar de las personas y la sociedad en su conjunto.

Se requiere avanzar en la representación paritaria en los principales órganos de toma de decisión de los entes públicos; un caso particular es el Poder Legislativo, en el que se debe asegurar el 50-50 en órganos como la Junta de Coordinación Política, la Mesa Directiva y Comisiones Ordinarias. Debe legislarse para incorporar de forma transversal dicho principio en la designación de candidaturas a gubernaturas y presidencias municipales.

Falta asegurar el derecho de las y los mexicanos a las tecnologías de la información mediante una Canasta Básica Digital, compuesta por un dispositivo de acceso, paquete de datos y acceso a infraestructura de conectividad, tal como lo proponen organismos como CEPAL.

Se necesita urgentemente de un Ingreso Vital, para brindar un apoyo económico a las y los mexicanos durante una situación de crisis, es un tema que hemos impulsado junto a la sociedad civil desde el inicio de la pandemia en el país. Frente a la recomposición de la Cámara baja, se debe insistir en su aprobación en beneficio de quienes han perdido su fuente de ingresos.

Para concluir, muchos de los avances más relevantes de la LXIV Legislatura fueron posibles gracias a la presencia paritaria de mujeres, la cual también tiene su origen en la lucha histórica de quienes nos precedieron, y ello manda una buena señal de lo que podemos esperar en los próximos 3 años ante una nueva Legislatura con paridad. También estoy plenamente convencida que la elección consecutiva permitirá que legisladoras y legisladores reelectos, que conocen de primera mano los temas pendientes, impulsar su desahogo en beneficio de todas y todos.

 

* Fabiola Loya es diputada federal por Jalisco y coordinadora parlamentaria de Movimiento Ciudadano en la LXIV Legislatura. Cuenta con 20 años de trayectoria en el servicio público; sus principales ejes de trabajo son un presupuesto público equitativo, defensa de los Derechos Humanos y la promoción de la Igualdad de Género. También es activista por los derechos humanos de las mujeres.