En 2014, el Metro de la Ciudad de México aumentó su tarifa a 5 pesos. En aquel entonces fue una medida impopular, aunque los usuarios terminaron por aceptarla. Especialmente debido a que se prometieron mejoras en el servicio a cambio de el alza de precio.

Por desgracia, estas mejoras no sólo no se han visto en el servicio regular del Sistema de Transporte Colectivo. En los últimos meses se han visto fallas constantes e importantes en el funcionamiento de diversas líneas. Esto, por supuesto, hace que el público se pregunte a dónde se ha ido el dinero derivado del alza en el boleto.

Apenas esta semana un ruptor de emergencia provocó que el flujo de trenes en la Línea 3 del metro. Los usuarios reportaron que debían esperar hasta 20 minutos para que pasara un tren. Las autoridades del servicio señalaron que la marcha era fluida, aunque en redes sociales se llegó a manejar que la estación Universidad estaba cerrada.

Apenas el 29 de mayo, una falla técnica en tres estaciones de la Línea 9 provocaron la suspensión del servicio. Se trató del sobrecalentamiento de la barra guía, la cual tardó en ser reparada. Esto causó que los usuarios tuvieran que utilizar como alternativa el transporte M1.

La lluvia, mientras tanto, causó el 25 de mayo que hubiera una falla en el sistema eléctrico de la Línea A. Por supuesto, se tuvo que requerir también del sistema M1 para movilizar a los usuarios.

¿Te parece mucho? Apenas empezamos a contar. El 19 de mayo se reportaron fallas en los modos de conducción en la Línea 7. Una semana antes, un paro por parte del sindicato había generado una disminución en el servicio (como si no fuera suficiente con las dificultades técnicas). En ambos casos, los usuarios debieron esperar hasta media hora para que pasara un tren.

¿Y qué fue del aumento? El director del Metro, Jorge Gaviño, ha señalado que debido al alza del dólar no se ha podido dar al sistema el mantenimiento adecuado. ¿Por qué? Porque las piezas se compran en dólares.

Antes del aumento, el precio del boleto del metro equivalía a un cuarto de dólar. Ahora, con la subida del billete verde, el boleto con todo y aumento volvió a valer lo mismo que un cuarto de dólar. Así que tienen las mismas dificultades que antes para comprar piezas y reparaciones.

A eso hay que sumar los recientes conflictos con el sindicato del metro, quienes han llegado a parar los servicios con el objetivo de ejercer presión al gobierno de la Ciudad de México. El mismo jefe de gobierno ha tenido que pedir al gremio que no politicen al sistema.

Lo cierto es que, por el momento, el metro está presentando fallas importantes que afectan a los usuarios de forma notoria. ¿Lograrán sus responsables revertir la situación?