Mantener a cada diputado en la Asamblea Legislativa (ALDF) cuesta a cada capitalino 215.98 pesos al año, lo que la convierte en el congreso más caro del País. Incluso, resulta más cara que los órganos legislativos de 97 países del mundo.
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Así lo exhibió el informe legislativo 2017 del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), presentado ayer con el balance de los 32 congresos locales.

La ALDF cuenta con un presupuesto de mil 903 millones de pesos para el 2017, 4.5 veces el promedio del gasto de los congresos en el País -423 millones-.

Incluso, es más costosa por legislador comparada con las Cámaras bajas de Japón, Israel, Alemania, Bélgica, Francia y otros 92 países, de acuerdo con el informe parlamentario mundial de 2011.

"La Asamblea está en la media en el trabajo parlamentario, las atribuciones que tiene están más acotadas a las de un Congreso de Estado y no se justifica este presupuesto tan elevado", señala Ramiro Suárez, investigador del área de Finanzas Públicas del IMCO.

Los 28 millones 834 mil pesos que representa el presupuesto anual por diputado en la ALDF son, además, casi el doble que en la Cámara de Diputados federal -15.3 millones de pesos por diputado- y están sobre el promedio nacional -11.1 millones por diputado-.

La Asamblea gastó además 10.1 por ciento más del presupuesto que los propios diputados locales se aprobaron en 2016, de mil 820 millones a 2 mil 3 millones.

De este gasto, el 72 por ciento se destinó a servicios personales, 16 por ciento a ayuda social, 10 por ciento a servicios generales, 2 por ciento a materiales y suministros, y 1 por ciento en el rubro otros.

Sin embargo, IMCO señaló que la ayuda social no forma parte de las funciones de un legislador.

Además, la ALDF fue calificada como la más burocrática, con 28 plazas por diputado, cuando congresos como el de Puebla tienen tres por legislador.

Aunque la Asamblea sesionó 12 veces más en 2016 que el promedio de los congresos, 15 de dichas sesiones fueron suspendidas por falta de quórum.

En transparencia, se ubicó debajo del promedio nacional, pues no respondió rubros como la distribución de su gasto o los días de aguinaldo recibidos.

A pesar de que los diputados presentaron 325 iniciativas y el Jefe de Gobierno 11, sólo está disponible el índice de aprobación del Ejecutivo, a quien avalaron casi el 60 por ciento, y no hay registro de cuántas de las iniciativas del Legislativo se hicieron leyes.

Y señalan opacidad de asambleístas

Académicos y expertos en transparencia consideraron que la ALDF simula ser un Parlamento Abierto, pues legisla en lo oscurito, en grupos y sin abrir los dictámenes.

Por ello, los participantes en la primera mesa del Sistema Local Anticorrupción pidieron abrir la discusión de dictaminación del paquete de leyes respectivas.

Durante el primer diálogo en el propio recinto de Donceles, organizado por la diputada Dunia Ludlow, el director de Transparencia Mexicana, Eduardo Bohórquez, indicó que hay una relación civil muy dañada con la ALDF debido al trabajo discrecional de los diputados, lo que esperan que cambie en la discusión del sistema.

"La conducta de un órgano como éste nos hace sentir con dificultad de sentarnos a la mesa", advirtió Bohórquez en el encuentro.
 "No estamos dando ningún sello, aval o acompañamiento a lo que está haciendo nuestro órgano legislativo en esta materia. Estamos aquí para tratar primero de restaurar la confianza con la sociedad civil organizada".

Guillermo Ávila, investigador de Fundar, dijo que en la implementación del Parlamento Abierto en la Séptima Legislatura no hubo buenos resultados, lo que quedó como precedente en el trabajo con ciudadanos e instituciones.

La priista Dunia Ludlow indicó que buscará el diálogo permanente y las mesas de trabajo entre los académicos y sociedad civil y las comisiones que dictaminan el paquete anticorrupción.