Exigimos dignidad y eficacia frente a Trump
El Grupo Parlamentario de Movimiento Ciudadano en la Cámara de Diputados respalda los esfuerzos de negociación del Gobierno mexicano frente a las amenazas por parte del Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer aranceles a productos mexicanos. Tenemos confianza que la delegación diplomática mexicana logrará un acuerdo que sirva a la región, que no sea contrario ni al actual TLCAN ni al futuro T-MEC y, sobre todo, un acuerdo que propicie el desarrollo económico y social de México.
Reprobamos toda postura vertical y unilateral que trasgreda el respeto que debe existir entre naciones, tal como lo ha hecho Donald Trump en contra de México desde que era candidato. La relación entre Estados Unidos de América y México se ha construido sobre las bases de un entendimiento progresivo de la vecindad que se estrecha a lo largo de más de tres mil quilómetros de frontera y que es solo un modesto reflejo de la complejidad de los asuntos que entrelazan a nuestras naciones.
Reducir la relación México-Estados Unidos al problema migratorio como hoy pretende hacerlo Donald Trump, refleja un grave desconocimiento de todos aquellos factores que han convertido a un asunto de frontera en un detonante de pluriculturalidad, intercambios comerciales y asociaciones productivas.
Los problemas que como región estamos obligados a resolver son la pobreza y la desigualdad, los cuales fueron señalados dentro de los Objetivos del Milenio, establecidos desde el año 2000 por 189 naciones integrantes de la ONU. Sin embargo, siguen siendo un lastre que violenta la dignidad humana en América Latina. Estados Unidos está entre esas 189 naciones que firmaron esos compromisos internacionales.
Por ello, ni México ni Estados Unidos pueden ignorar las razones que fuerzan a los migrantes en su peregrinar a través de diferentes naciones.
La unilateralidad con la que el Presidente de los Estados Unidos está actuando aniquilará la bilateralidad que demanda la solución de los problemas que irremediablemente compartimos como vecinos, ya que asuntos tan importantes como el tráfico de drogas, de armas y de personas; la seguridad y los derechos humanos, el comercio y las relaciones económicas, entre muchos otros, son asuntos que demandan esfuerzos conjuntos para avanzar en ellos y encontrar soluciones que satisfagan a nuestros pueblos.
Estados Unidos no puede dejar de advertir que para México tener como vecino al principal consumidor de dogas ilícitas en el mundo, se ha convertido en una de las peores pesadillas que como nación podríamos sufrir, ya que ello ha detonado en nuestro país un problema de seguridad tan severo que prácticamente nos tiene en vilo. No obstante, el Gobierno Norteamericano no ha actuado contundentemente en ese tema como en otros que se relacionan estrechamente al mismo, como el tráfico de armas y el tráfico de personas. Dicha actitud en cuanto a problemas que sin duda atañen a ambas naciones por sus implicaciones, son un foco de alerta para México por las consecuencias que se sufren de este lado de la frontera.
La vecindad entre México y Estados Unidos obliga un entendimiento basado en el respeto. La agenda que se comparte no le brinda a ninguna de nuestras naciones el derecho a actuar de manera vertical en contra de la otra. Hoy por hoy las relaciones que prevalecen en el orbe tienen como parámetro la legalidad internacional, de la cual se desprende la igualdad entre naciones. Las relaciones de fuerza, de la naturaleza que se ejerza, atentan contra el marco jurídico que rige la relación entre naciones, entre las cuales se encuentran Estados Unidos y México.
Con base en ello, las y los diputados ciudadanos reprobamos la política impulsada por Donald Trump de reducir la relación bilateral a la discusión del problema migratorio, algo que el Gobierno mexicano debe atender sin duda con presteza, diligencia y eficacia, pero sobre todo con pleno respeto a los derechos humanos, en base a lo que el Bloque de Constitucionalidad le exige y no en base a las reacciones instintivas que provoquen los absurdos propósitos del Presidente de los Estados Unidos.
En este sentido, el Grupo Parlamentario de Movimiento Ciudadano considera que la sola vía de la militarización de nuestras fronteras no resolverá el fondo del problema que expulsa a miles de migrantes de Centroamérica.
Las y los diputados ciudadanos apoyamos la defensa de los intereses mexicanos frente a cualquier nación. Estamos convencidos que la política exterior mexicana regida por los principios que han dado origen a su tradición, será la pauta que México debe seguir a efecto de transitar por momentos como el que hoy se vive, el cual se debe de abordar con creatividad e ingenio, y nunca con abyección y miedo.
En el Grupo Parlamentario de Movimiento Ciudadano en la Cámara de Diputados expresamos esta posición y acudiremos a los encuentros para la construcción de consensos en los que se observen los mecanismos de interlocución que corresponden entre Poderes de la Unión.