Las y los mexicanos que votaron por un cambio en 2018, han visto con reserva lo que ha pasado en los últimos años, lejos quedó la esperanza, y la confianza que le entregaron al partido en turno.

Hoy la incertidumbre, y la falta de transparencia han llevado a que la ciudadanía busque respuestas de autoridades que, ante una crisis sanitaria y económica sin precedentes, prefieren el silencio.

En el Legislativo, hemos sido testigos de una mayoría que ha impulsado reformas que, más allá de ampliar los derechos de las personas, han buscado una concentración de poder que nos recuerda al presidencialismo más rancio que ha tenido México.

Al igual que sucede con el gobierno federal, para el grupo mayoritario en esta Cámara de Diputados, legislar parece ser un acto de fe en el que los datos duros, y las pruebas, no son necesarias. Un acto en el que ellos tienen otros datos.

Es por eso que, de cara a este último periodo de la Sexagésima Cuarta Legislatura, es necesario se haga evidente para la ciudadanía que la apuesta no es entre, el pasado y el presente, sino que hay una tercera vía que está trabajando en el Congreso y que hace todo lo posible porque México cuente con las reformas necesarias.

Movimiento Ciudadano como oposición responsable y propositiva, ha hecho énfasis en que esta Soberanía debe velar por los intereses de la ciudadanía primero, y no por los de un gobierno.

Hacemos un primer llamado a evitar los desaciertos y desaires que lamentablemente marcaron los últimos periodos.

Debemos fortalecer y hacer valer la figura de los Parlamentos Abiertos, para evitar a toda costa, que las legítimas demandas y propuestas de especialistas y grupos afectados, sean ignoradas sistemáticamente y se nos presenten dictámenes que pretenden aprobarse sin moverles una coma, a pesar de haber invertido semanas en su estudio, análisis y difusión.

El nuevo acuerdo que propone Movimiento Ciudadano para estos espacios de deliberación, es uno en donde sean las ciudadanas, los ciudadanos y los especialistas los que guíen los cambios legislativos. Un acuerdo en el que todas y todos estén representados, y en el que se logren coincidencias y que favorezca a todos los mexicanos y mexicanas.

Es indiscutible que México necesita en un momento tan adverso como este, que se tomen decisiones en favor de mitigar y atender las crecientes necesidades en materia de salud y económica en este contexto que estamos viviendo.

Desde el Legislativo, se debe instrumentar reformas que pongan en el centro a las y los ciudadanos, y por supuesto, sus derechos.

Esto nos lleva a poner en relieve las necesidades de familias enteras que en el último año han perdido no sólo sus ingresos, trabajos, y seguridad, sino que en muchos casos han perdido su salud y en el peor, la vida de seres queridos.

Nuestro segundo llamado, es presentar una defensa de los organismos autónomos, para ello se debe asegurar que no sean objeto de embates presupuestales o de la captura de sus órganos de dirección.

Estos organismos fueron diseñados como una herramienta fundamental para la democracia del país, por lo que Movimiento Ciudadano lo ha dicho desde hace muchos años, no podemos prescindir de aquellas victorias de la sociedad civil organizada que lograron institutos como el INAI, el INE y la CNDH.

Además de estar constitucionalmente formados, éstos actúan con independencia en sus decisiones, y son depositarios de funciones indispensables en el combate a la corrupción, la rendición de cuentas, la justicia, así como para cerrar la puerta a la discrecionalidad, que tanto ha sido el discurso que se da en las mañaneras.

En este mismo sentido, se encuentran las pretendidas reformas de Banxico, que vulneran la autonomía del banco y ponen en riesgo no solo la política monetaria, sino el equilibro que lleva décadas siendo diseñado e implementado, tomando como referencia el evitar las malas prácticas que a nivel internacional se han identificado en el pasado.

El INAI por ejemplo, es hoy pieza clave en un escenario en el que la compra de las vacunas de COVID es un enigma público.

El año pasado se materializó la extinción de 109 fideicomisos de los que se tomaron más de 69 mil millones de pesos, para la atención de la emergencia sanitaria. Recientemente Hacienda señaló que se tomaron 176 mil 382 millones de pesos de tres fondos de emergencia.

A pesar de esto, no hay contratos públicos sobre las vacunas, no hay un abasto suficiente de las mismas, no hay transparencia sobre su adquisición, y peor aún, no hay apoyos para la gente, ni claridad de si los habrá.

Ya que la adquisición de las vacunas y que sean implementadas en los mexicanos abona directamente en la reactivación económica del país.

La economía está colapsada y de acuerdo a cifras del INEGI, sufrió una caída de 8.6% al cierre de 2020.

Entre los integrantes del G20, México es el país que menos recursos ha orientado en apoyos para atender la crisis económica, con apenas 0.7% del PIB destinado para ese objetivo.

La falta de un plan económico contundente en el último año, ha provocado que más de 14 millones de personas se queden sin fuentes de trabajo y que más de 500 mil empresas estén en riesgo de dejar de existir.

Nos quedan más dudas que certezas, y poco es lo que ofrece este gobierno para que la ciudadanía no se sienta abandonada.

Es por ello que hacemos un tercer llamado, uno en el que Movimiento Ciudadano propone que se impulsen las reformas que la gente necesita, y no las que mandan desde Palacio Nacional.

Necesitamos en primer lugar:

• Reformas que materialicen un Ingreso Vital, y el Seguro de Desempleo, para todas las personas que hayan perdido su empleo o sus ingresos a causa de una situación extraordinaria como la pandemia de COVID- 19.
• Reformas que hagan posible que las MiPyMes cuenten con apoyos no sólo para mantener a sus trabajadoras y trabajadores, sino también para que éstos, sean instrumento de inclusión laboral y formalidad. Es urgente reconvertir la economía informal hacia la formalidad.

En segundo lugar:

• Hacer evidente la urgencia de reformas que terminen con la brecha salarial entre hombres y mujeres. Es impostergable realizar las reformas que materialicen un empoderamiento real.
• Debemos reforzar los mecanismos de protección a mujeres y a las víctimas de violencia, y con ello replantear alternativas que logren que en los próximos años bajen drásticamente los casos de violencia, discriminación y feminicidios contra las mujeres.

En tercer lugar:

• Impulsar reformas que pongan por delante la protección del medio ambiente, y una transición clara y natural hacia energías verdes. No podemos continuar con una política que va en contra del Acuerdo de París.

En cuarto lugar:

• Llevar a cabo reformas que institucionalicen aquellas políticas públicas que reconcilien la diversidad cultural de nuestro país, que erradiquen la discriminación, y que promueven la igualdad de género.
• Necesitamos instrumentar mecanismos que posibiliten que la reforma en materia de derechos humanos permee a todos los sectores, y asegure que todas las personas gocen de plenos derechos.

En quinto lugar:

• Es urgente que se aprueben reformas que faciliten las tareas de seguridad, así como aquellas que transformen el pacto fiscal, y dignifiquen el papel de estados y municipios  en la vida pública de las comunidades y sus ciudadanos.

Desde Movimiento Ciudadano creemos que llegó el momento de cambiar las coordenadas de la discusión pública, y de hablar con claridad, con la verdad y de frente a los ciudadanos de los problemas de México.

Ahí es donde Movimiento Ciudadano fijará su agenda.

No seremos comparsas de “agandalles” legislativos, de que nos dicten agenda desde las mañaneras, o de que esta tribuna se convierta en terreno de debate electoral, mientras la ciudadanía padece las inclemencias de una crisis sanitaria y económica que no da tregua.

En Movimiento Ciudadano hacemos un llamado a este Congreso de la Unión para concentrarnos en atender los grandes problemas de nuestro país. Por eso como lo ofrecimos desde el inicio de esta Legislatura, nuestros votos están aquí para defender la economía de millones de familias, para recuperar nuestra soberanía energética. Para hacer de México un país de derechos y libertades, para que haya un Nuevo Trato en el que salgamos ganando todos y todas.

Por eso proponemos que en este último periodo de la agenda legislativa esté centrada en la gente, en sus necesidades, en sus urgencias, en sus carencias; no en la arena electoral y mucho menos en pretensiones unilaterales que se dictan fuera de esta soberanía.

Es cuanto muchas gracias.

Comunicación Social
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