• Proponemos que las y los secretarios de Estados comparezcan de manera obligatoria. Los controles parlamentarios deben fortalecer los mecanismos de transparencia y rendición de cuentas para conocer el estado que guardan las Secretarías.

• “A través de las comparecencias tenemos la posibilidad de cuestionar a fin de analizar y discutir el ejercicio del gobierno. La rendición de cuentas es necesaria para el sistema de pesos y contrapesos. No existe ninguna democracia funcional sin la supervisión del poder. El control parlamentario busca garantizar el principio de rendición de cuentas”, Jessica Ortega.

Ante la evasiva de algunos Secretarios de rendir cuentas ante el Congreso de la Unión, desde la Bancada Naranja proponemos que las comparecencias sean obligatorias, y no se trate de una decisión unilateral de los titulares de las Secretarías de Estado.

La rendición de cuentas no puede ser opcional, como sucedió con el titular de la Secretaría de Gobernación quien decidió posponer su comparecencia a la Cámara de Diputados por “motivos de agenda”. Presentamos esta iniciativa para que las Comisiones y las y los legisladores tengan facultades de citar a comparecer a funcionarios públicos, conforme a los artículos 69 y 93 constitucionales.



Con esta modificación sería obligatoria una vez al año la asistencia ante la Cámara de los titulares de Gobernación, Seguridad Pública, Hacienda, Salud, Relaciones Exteriores y Economía. En el caso de la Defensa Nacional y Marina, esta obligación se daría dos veces al año.


Es importante la rendición de cuentas, pero también cambiar el esquema por un diálogo ágil e interactivo que permita que los cuestionamientos sean respondidos sin caer en señalamientos personales o políticos. El actual modelo está agotado y debe renovarse para garantizar la pluralidad del Poder Legislativo. 

En la Bancada Naranja reconocemos la gravedad de evadir la rendición de cuentas, sobre todo en un contexto como el hackeo que sufrió la Secretaría de Defensa. Por eso impulsamos este mecanismo para garantizar el control parlamentario y su contrapeso al Poder Ejecutivo. Las comparecencias son una obligación democrática, no una concesión sujeta a calendarios y disposiciones personales.