Hoy discutamos no solo el ejercicio fiscal 2017, sino las consecuencias sobre toda una generación de mexicanos: Clemente Castañeda
Ante el fantasma de una crisis económica los mexicanos merecen de parte de su Gobierno claridad, explicaciones y decisiones que corrijan el rumbo. Hay dos preguntas que debe responder el Gobierno: ¿Cómo se pasó del optimismo de las reformas estructurales a una situación de franca incertidumbre, desconfianza y vulnerabilidad en las finanzas Y ¿qué decisiones se deben tomar en el diseño del paquete presupuestal para cuidar el dinero público de los mexicanos en el largo plazo En la confección del presupuesto, las decisiones que se tomen no solo deben cuidar la estabilidad económica, sino que lo más importante, no pueden comprometer el futuro de las próximas generaciones. No minimizamos que existe una sensación de incertidumbre y un contexto internacional adverso, pero debe quedar claro que hay un conjunto de factores que han llevado a la economía a una situación delicada que no podemos atribuir exclusivamente al contexto internacional, sino a decisiones y acciones internas.
Es responsabilidad del Estado la caída histórica en la producción petrolera y consecuentemente de los ingresos; los alarmantes niveles de deuda pública y la caída de los recursos destinados a inversión pública en estados y municipios, entre otros temas sobre los que no se ha rendido cuentas ni deslindado responsabilidades. A esto se suman las bajas expectativas de crecimiento económico, la continua caída del peso frente al dólar, y un proyecto de Presupuesto cuyos recortes y ajustes al gasto han generado más interrogantes que certezas. Mientras el gasto en publicidad se mantiene en el proyecto de Presupuesto 2017, los recursos destinados a estados y municipios caen en más del 3 por ciento, afectando la inversión pública, siendo el ejemplo más claro el Fondo Metropolitano cuyo presupuesto cae en casi 70 por ciento.
En este escenario económico adverso para el Gobierno Federal resulta más importante la publicidad gubernamental que la inversión pública La idea de apretarse el cinturón. parece ser ambigua para este Gobierno. Nos proponen apretar el cinturón a estados y municipios, pero nosotros entendemos por apretarse el cinturón medidas como recortar los gastos en publicidad, eliminar las pensiones a ex presidentes y los seguros médicos privados, recortar el financiamiento a partidos políticos, limitar el gasto superfluo, acabar con el gasto improductivo. La pregunta sobre la visión de futuro de este Gobierno es pertinente porque los mexicanos hoy no tienen claridad sobre el rumbo de la economía nacional; es pertinente porque hay condiciones que apuntan a una situación económica delicada. Lo que discutamos aquí no sólo tendrá consecuencias sobre el ejercicio fiscal 2017 sino sobre toda una generación de mexicanos y mexicanas. Frente a la crisis política e institucional que vive México, debemos actuar con responsabilidad y honestidad para tomar decisiones que nos permitan apalancar las finanzas públicas y el futuro del país, y la política económica no puede quedar exenta de esta revisión y de esta reconstrucción.