Una vez más el presidente Peña realiza cambios en el medio del Informe y evita que los responsables comparezcan ante el Congreso. Exhortamos al presidente a que no le ayude a sus amigos a evadir la rendición de cuentas. Antes de irse, Luis Videgaray debe explicar ante los mexicanos la situación financiera del país. La crisis de este Gobierno es mayúscula, no se puede tapar el sol con un dedo o pretender que con algunos cambios en el gabinete habrá una transformación real. Tiene que haber una evaluación profunda y un replanteamiento de toda la política del Ejecutivo.

El presidente aún nos debe a los mexicanos una explicación sobre la invitación a Donald Trump y la forma en la que se discutió y tomó la decisión. No basta con la salida del orquestador. Hoy ratificamos una ineficaz conducción política y que el país no se mueve en la dirección correcta. La soberbia y la falta de sentido común han llevado al presidente y a su equipo a tomar decisiones equivocadas de consecuencias desastrosas para los mexicanos. El nombre de Luis Videgaray se suma hoy al del ex procurador Jesús Murillo Karam, como parte de una lista demasiado breve de los funcionarios que se han marchado con un fracaso a cuestas y sin rendir cuentas a la nación sobre sus pobres resultados.

En esa lista hoy deberían estar por dignidad y vergüenza la canciller Ruiz Massieu y el titular de la Conade Alfredo Castillo, solo por citar los episodios más recientes de incapacidad en el ejercicio de gobierno. En este contexto de creciente ingobernabilidad, el siguiente paso debería ser la comparecencia del presidente ante el Congreso para dar la cara en tres temas que tienen al país en crisis: seguridad, economía y política exterior.